martes, 28 de diciembre de 2010

LA TOMA DE ALMERIA POR LOS REYES CATÓLICOS Y EL ACTO DE POSESIÓN DE LA ALCAZABA


LA TOMA DE ALMERIA POR LOS REYES CATÓLICOS

Tres siglos anteriores a la toma de la ciudad por los Reyes Católicos en 1489, en pleno esplendor musulmán, Almería sufrió una primera conquista cristiana que duró diez años, de 1147 a 1157 al mando de las tropas de Alfonso VII. En el escudo de Almería, aparecen testigos de esa primera conquista: la cruz roja de la ciudad de Génova que fue la que apoyó la toma de Almería a través del asedió que sufrió la ciudad con las naves de dicha república mercantil. Durante dicho período, Almería sufrió una crisis poblacional y económica importante.

Posteriormente, los almohades intentaron lograr una “refundación de la ciudad”, encontrándose con graves problemas heredados de la conquista cristiana que había dejado una Almería en una delicada situación militar y en una preocupante despoblación. Tras el período almohade, fue consolidándose el poder de la familia Nazarí de Granada, pero sin embargo el esplendor de Almería en el siglo XI con el Rey Almutasim (a partir de la segunda mitad del siglo XI) ya no se volvería a repetir, estando el periodo Nazarí de Almería influenciado por las continuas disputas del Reino Nazarí de Granada que desembocaban en numerosas guerras civiles. Esta situación fue la que benefició a los Reyes Católicos la toma de la ciudad de Almería oficializada un 26 de diciembre de 1489.

Lo primero que hay que subrayar en cuanto a la toma de la ciudad de Almería, es que no se derramó sangre, fue pactado por medio de capitulaciones. La capitulación de Málaga en 1487 si tuvo unas condiciones muy duras para los musulmanes malagueños, suponiendo la incorporación de la parte occidental del Reino de Granada, pero faltaba conquistar la provincia de Almería y las tierras granadinas. A partir de este momento los hechos se sucedieron de forma muy rápida y en apenas dos años el avance fue espectacular.

El primer intento de conquista fue en junio de 1488 cuando capituló Vera, se entregaron las Cuevas, Mojácar y también capitularon los Vélez, al igual que se entregaron la zona del río Almanzora, Sierra de los Filabres y posteriormente Nijar.

El ejercito castellano se acercó a Almería también esperanzados en la entrega de la ciudad. Sería Yahía Al-Nayar , quien había ayudado a la entrega de los lugares del Almanzora y tenía convenida la entrega de la ciudad de Almería a cambio de importantes donaciones. La estrategia era simular un cerco por tierra y un bloqueo marítimo, como se había hecho en Málaga y de esta forma la capitulación de Almería estaba asegurada. Pero esta traición fue descubierta por El-Zagal y Yahía Al Nayar fue sustituido. A partir de este momento el equipamiento militar se reforzaría y el nuevo alcalde cerraría las puertas de la ciudad para evitar por todos los medios entregarla. De este modo, las tropas castellanas optaron por retirarse.

Ante la resistencia de Almería, Fernando el Católico cambió los planteamientos estratégicos para el año siguiente, pensando cercar Baza, situada en un magnífico cruce de caminos como eran Murcia, Guadix, Almería y Granada. Cuando Baza capituló el 4 de diciembre de 1489, se pactó al mismo tiempo la entrega de Almería y Guadix.

El Zagal, una vez pactada la capitulación de Almería, salió a las cercanías de la ciudad a prestar homenaje al Rey de Castilla que llegaba el día 21 de diciembre y al día siguiente entraron Pedro Sarmiento y Gutierre de Cárdenas, a los que los Reyes habían encomendado velar por la ciudad. La rendición de El Zagal y las entregas de las llaves de la ciudad a Fernando El Católico se efectuará en la zona de la Cruz de Caravaca. Sería el día 23, cuando hizo su entrada triunfal a Almería Fernando el Católico y tomó posesión de la Alcazaba, siendo una de las condiciones de la capitulación la entrega de las plazas militares que debían ser abandonadas por musulmanes y ocupadas por castellanos. El 24 de diciembre, entró en Almería la Reina Isabel la Católica.

Cuando todo estuvo listo, Los Reyes Católicos celebraron la Navidad en Almería y oyeron misa en la mezquita de la Alcazaba el 26 de diciembre (festividad de San Esteban), siendo purificada para ello. La misa sería oficiada por Juan de Ortega, predicador de los Reyes y primer obispo de la Diócesis y en lo más alto del muro de la Alcazaba “llamado de la Vela” se pendió y ondeó el Pendón (escudo que trajeron) que hizo oficial su conquista y la toma de Almería.

Fernando e Isabel permanecieron algunos días más en la ciudad, realizando algunos actos, partiendo el día 29 de diciembre hacia Guadix, llegando antes a Fiñana, que se entregó a su llegada. Sin duda la conquista cristiana por los Reyes Católicos, forma parte de un período importante en la historia de la ciudad: su cristianización. La ciudad experimentó numerosos cambios, entre los que se encuentra la conversión de la Mezquita Mayor en la iglesia de Santa María y posteriormente en la primera catedral de Almería, la fundación de conventos como Dominicos, Franciscanos, Trinitarios, Claras y Puras y la obra magna de la conquista: el castillo cristiano de la Alcazaba para adaptarlo a su nueva artillería y armamento.
Artículo publicado en la Voz de Almería el domingo 26 de diciembre de 2010

martes, 14 de diciembre de 2010

ALCAZABA IV: EL CASTILLO DE LOS REYES CATÓLICOS

LA ALCAZABA Y EL CASTILLO DE LOS REYES CATÓLICOS

En este último artículo de la Alcazaba donde se trata del Castillo existente dentro de la fortaleza, hay que decir primeramente que los Reyes Católicos toman la ciudad de Almería oficialmente el 26 de diciembre de 1489, porque Fernando e Isabel, llegaron unos días antes y fueron recibidos por el último rey musulmán El Zagal.

Los Reyes Católicos y de eso hablaremos en otros capítulos venideros, cristianizan la ciudad y quieren transformarla en una ciudad conventual, fundando una serie de conventos, pero no dejaron atrás el monumento estandarte de la ciudad: La Alcazaba de Almería, por ello sus primeras miras fue hacia dicho monumento al que querían convertir en una fortaleza adaptada a la artillería y utilización de nuevo armamento, para ello como la Alcazaba no estaba preparada, ordenan construir en el lugar más alto del cerro, un castillo, que comienza su construcción en el año 1490 y termina en el año 1534 ya en tiempos del nieto de los Reyes Católicos Carlos I de España y V de Alemania.



Se trataba de una potente construcción militar, situada en el extremo occidental de la Alcazaba, capaz de poder resistir los asedios que pudiesen producirse una vez atravesados los dos recintos de la fortaleza. Es el recinto más pequeño y tiene planta triangular. Desde los restos del Palacio del Rey Almutasim, podemos ya observar la robustez de torreones circulares que dan paso al castillo cristiano con sus troneras características. de esa robustez y torreones circulares destaca única torre cuadrada del recinto y la más importante: la torre del Homenaje, donde podemos observar un hueco grande que al parecer estaba preparado para albergar el escudo de Carlos I que fué quién finalizó la torre. En las últimas investigaciones se ha estudiado que el escudo nunca estuvo presidiendo la torre pero sí que se observa perfectamente que estaba preparado para ello.


En el perímetro de todo el castillo cristiano nos encontramos con torreones o cubos circulares, adarves a su alrededor y las troneras (las ventanas con forma circular y cruz perforada). La construcción es de sillares de piedra pero también se utiliza la mampostería.


Antes de entrar al castillo había un foso, donde todavía se observa parte de él y un puente levadizo para poder entrar al castillo. Al castillo se accede por una puerta lateral y que después conformaría una entrada en recodo con otras dos entradas más para no hacer fácil el acceso. Una vez que se entra al castillo se observa el gran patio de armas que estaba dividido en dos partes. En la actualidad hay un escalón sobresaliente que existe casi a la mitad del recinto, que recorre de un extremo del mirador existente del recinto hasta la entrada principal de la torre del Homenaje . Ese muro tenía una función defensiva de acceso a los dos patios. La entrada principal de la torre del Homenaje fue la línea divisoria del muro de separación entre los dos patios de armas. Para salvar el primer patio, tenía que entrar por la entrada principal de la propia torre del Homenaje, una vez que se accede hay que salvar otra puerta (que todavía existe) que lleva a un pequeño zaguan donde se encuentran las escaleras de subida a la torre del Homenaje. En dicho zaguán hay otra puerta que es por la que se accedería directamente al segundo patio de armas. Todo estaba muy bien pensado para hacer inexpuganable el castillo cristiano.



La torre del Homenaje, es la más importante de las que rodean al patio de armas y es una construcción cuadrangular de potentes muros donde destaca el cuerpo sobresaliente que se adelanta que tiene una portada de finales del gótico, perteneciente al gótico isabelino, que la preside un arco conopial que alberga restos de los Reyes Católicos. Junto a la fachada se encuentra el otro cuerpo saliente de la torre del homenaje que correspondería con el segundo patio de armas, que contiene en la parte superior una ventana a modo de hornacina.

En el gran patio de armas se encuentra un silo, donde se guardaba el grano y que también en algún momento podría haber servido como función de mazmorras. Frente al silo se encuentra la torre de la noria o del viento, que posee todavía el pozo de la noria,quizá del siglo XI, remontándose al Rey Almutasin quién ordenó que desde la fuente de abluciones patio de la Mezquita Mayor se subiese el agua hasta la Alcazaba. Al parecer, alrededor de la torre de la noria había un pequeño huerto para manutención de la guarnición, ya inexistente. También destacar en el patio de armas los aljibes subterráneos que allí se encuentran y no son visibles ni visitables.


Alrededor de todo el conjunto del patio de armas existe el adarve o parapeto donde se sube mediante unas escaleras. Una vez subidas las escaleras, se llega a la parte superior de la torre de la Polvora, donde se observan unas vistas poderosas de la bahía de Almería y la Chanca. Desde la parte superior del adarve se puede continuar hasta que se observa una interrupción, debido a que allí existía la torre del Polvorín que estalló fortuitamente en el siglo XVIII y destruyó el muro que continuaba el adarve. Ese hueco ha dado lugar a que se reconstruya el muro, levantándolo más alto y se convierta en un magífico mirador del puerto y de la ciudad. Ese estallido, fué el que destruyó el muro de división de los dos patios de armas, convirtiéndose desde ese momento en un solo patio sin división alguna. El estallido, incluso se puede observar en los daños que sufrió la torre del Homenaje. La torre de la Polvora, en el otro extremo del patio, alberga en su interior cañones del siglo XVIII y su nombre se debe a que allí se almacenaban explosivos en el siglo XVIII

Tras este relato del castillo cristiano , finalizamos la historia del monumento estandarte de Almería, que la abraza y protege desde su fundación en el siglo X: LA ALCAZABA

domingo, 5 de diciembre de 2010

ALCAZABA III: EL SEGUNDO RECINTO. UN YACIMIENTO ARQUEOLÓGICO

SEGUIMOS RECORRIENDO LA ALCAZABA: EL SEGUNDO RECINTO


Al traspasar el muro de la torre de la Vela a través de una torre en recodo totalmente reconstruida, entramos al segundo recinto. Nada más entrar al segundo recinto lo primero que nos encontramos es con un arco tardogótico que siempre se ha constatado en los textos que podría haber pertenececido a la Residencia del primer Alcaide Mayor de la fortaleza don Gutierre de Cárdenas, y del que tras los terremotos y principalmente el del año 1522 solo quedaron piezas sueltas, que fueron rescatadas en las restauraciones de los años 50 del siglo XX. Tras su descubrimiento las piezas se fueron recoponiendo hasta formar el arco que hoy podemos observar y que fue situado nada más entrar al segundo recinto, al parecer en los alrededores del baluarte de San Matías y de la Casa del Alcaide. Su situación, no cabe la menor duda que le dá una entrada más monumental al recinto palaciego. En este segundo recinto, se encuentra el baluarte de San Matias, en las últimas investigaciones se recoge que el referido arco podía haber servido como portico de ese baluarte de San Matias, situado al parecer junto a la Casa del Alcaide, que tiene una estructura más palaciega que una bateria artillera, por eso también se denominó "Cuarto del Alcaide".

El segundo recinto forma parte de una pequeña ciudad palaciega, con todas sus dependencias, aunque en gran parte derruido hay que poner de manifiesto que es recinto con un importante interés arqueológico que se está investigando continuamente y poniendo en valor y a la luz lo que encierra en el subsuelo.

En este recinto tenemos que destacar la Residencia Palaciega del Rey Almutasim (Almería 1037-1091), durante su reinado que duró más de 40 años, Almería se convirtió en una de las ciudades más esplendorosas de Al-Ándalus. Dicho Rey distribuyó su Residencia en tres partes perfectamente diferenciadas:

El Área urbana y pública para la servidumbre del palacio y la guarnición, dotadas de todos sus servicios de una pequeña ciudad distribuida en calles. De esta zona hay que destacar, que nada más traspasar el arco nos encontramos, los aljibes califales, divididos en cinco naves y la construcción más antigua, probablemente de mediados del siglo X que recogia el agua de lluvia que quedaba acumulada en el techo y de ahí a un pequeño embalse que la dirigía a un pozo que servía para la extracción. A continuación, nos encontramos la ermita de San Juan, lugar donde se encontraba una Mezquita que cuando llegan los Reyes Católicos en 1489 la dedican al culto cristiano pero el terremoto de 1522 la destruye en su totalidad y levantarán la ermita, que conserva su estructura mudéjar en su portada con un arco de herradura, el interior tenía también una armadura mudéjar que fué expoliada en el siglo XVIII, dado que la Alcazaba, además del paso del tiempo y de los terremotos ha sido dañada por la mano del hombre y ha sufrido varios expolios. En la ermita que posee sus paredes restauradas de la época de construcción, está destinada como sala de conferencia y para que los visitantes de la Alcazaba puedan observar como era la Alcazaba en su época de esplendor en el siglo XI con el Palacio de Almutasim, mediante un magnífico video que se puede contemplar muy ilustrativo y didáctico.


Junto a la ermita de San Juan, hay una zona totalmente reconstruida entre los años 50 y 60 del siglo XX, simulando algunas estancias de la Alhambra de Granada. Fueron diseñadas por el conservador del monumento granadino, Francisco Prieto Moreno, a los que se debió también el diseño en los años 50 de los jardines del primer recinto de la Alcazaba, hoy ya rehabilitados por el arquitecto Ramón de Torres. Junto a la ermita hay fuente, una alberca ajardinada y un portico que da acceso a una sala con columnas de mármol con un mirador y una pila en el pavimento. Esta zona es conocida cono La Casa del Alcaide pero no tiene sentido porque la Casa del Alcaide estaba en el otro extremo junto al arco tardogótico.

Frente a la ermita de San Juan nos encontramos, dos casas reconstruidas de la época con la planta original pero el alzado totalmente reconstruido. Esta zona estaba distribuida en barrios con viviendas para la servidumbre y casas cuartel. En las últimas excavaciones realizadas se han podido sacar a la luz varias de los cimientos de otras viviendas, perfectamente distribuidas. Con respecto a las dos viviendas reconstruidas en los años 70, nos podemos hacer una idea de como era una modesta vivienda musulmana, además están muy bien musealizadas. La vivienda era generalmente de una sola planta, las que tenían dos el segundo piso era el destinado a las mujeres. En la fachada no había ventanas porque para ellos era sagrado la privacidad de la casa, y si tenían alguna estaba protegida por una celosia de madera para poder ver ellos desde el interior y no ser vistos. Este sentido de privacidad se ha respetado en la reconstrucción y no tiene ventanas, además la casa tenía una entrada en recodo por si alguién se asomaba a las dependencias privadas no pudiesen ser vistas. Por ello a la casa se accedia tras una entrada en recodo y se llegaba a un patio al descubierto que es el que le daba luz a las dependencias de la casa que giraban a su alrededor . Normalmente en el centro del patio había una pila con agua y las dependencias que tenian eran: la cocina, la habitación que podía ser multiusos con sus tarimas para poner colchones y también incluso cojines y tomar el té, un pequeño salón-estar también multiusos y la letrina (el aseo), un agujero, simple y llanamente.

De las dos casas reconstruidas una es más pequeña que la otra, y a una de ellas se le da más importancia al patio con una galería porticada y la distribución es distinta.

Junto a las excavaciones de las casas que se han encontrado nuevas, están los baños de la tropa, baños que siguen la estructura de las termas romanas, un vestibulo de entrada, la sala fria (el frigidarium), la sala templada (el tepidarium) y la sala caliente (el caldarium) donde estaba la caldera. Esta zona todavía no se puede visitar. Alrededor de la zona también hay zonas sin excavar todavía, donde pueden encontrarse hornos para cocer el pan y cuadras para los caballos.

El Área de Casa de Gobierno, se encuentra antes de entrar a la zona palaciega y privada del Rey Almutasim, está zona todavía se encuentra sin excavar y se vé conforme se sube a la mansión real. Se trataría de un Área con varias dependencias, alrededor de un gran patio y era la zona donde el Rey recibía las audiencias. El Rey Almutasim no era guerrillero, y sobre todo era un rey muy culto rodeado de filósofos, literatos, matemáticos o poetas.

El Área Privada o Mansión Real, a la que ahora se accede mediante unos escalones reconstruidos también tenía una entrada en recodo. La residencia palaciega privada del Rey Almutasim, estaba situada en la zona más interna del conjunto y estaba separada del resto de la Residencia pública mediante un muro de separación. El palacio primitivo de Almutasim constaba de dos partes o pabellones unificados en un gran patio-jardín con un andén perimetral y alberca en el norte y andenes laterales en todo el conjunto, siendo éstos más altos que el propio jardín, pero dispuestos para poder bajar y poder tomar alguna fruta de los árboles frutales allí plantados. En una esquina del conjunto en el sudeste, están los baños privados. La zona del palacio primitivo de Almutasim con la alberca ha sido excavada en las últimas investigaciones. En los siglos XII y XIII el patio-jardín que diseñó Almutasim quedó convertido en un patio crucero (similar al Patio de los Leones de la Alhambra) con dos albercas pequeñas adosadas a cada pabellón: uno al norte y otro al sur donde se encontraban los baños. Estos baños privados también han experimentado una consolidación y restauración. Los baños estaban dotados de mejores materiales, el suelo era de mármol tenía la misma estructura que los baños de la tropa: vestíbulo, zona de agua fría, agua templada y agua caliente, cuya calefacción estaría situado en un patio contiguo donde estaba la caldera. Los pilares estaban construidos en ladrillo.

En este sentido subrayar que del Palacio del Rey Almutasim, queda un lienzo correspondiente al pabellón norte, denominado Mirador o Ventana de la Odalisca. Ya sabemos que en todos los palacios existen leyendas, este de Almutasim no podía ser menos y pasamos a relatarla:

En tiempos del Rey Almutasim, había una esclava preferida del Rey, llamada Galiana, Galiana se pasaba todo el tiempo observando el paisaje en el alféizar de la ventana, en la ventana que existe en la parte superior del muro. Al parecer allí permanecía muchos días y noches encerrada. Esta odalisca, en uno de esos días escuchó como un cautivo cristiano le dedicaba bellas poesías y cánticos de amor. Ella día tras día se enamoró del cristiano y se las ingenió para prepararle una escapada. Cuando el cristiano se estaba deslizando por los muros de la Alcazaba, es sorprendido por la guardia mora y éste como sabía que iba a ser castigado cruelmente se lanzó al vacio y murió. A Galiana le llegaron noticias que un esclavo cristiano se estaba escapando y fue sorprendido y se lanzó al vacio y murió, Galiana supo que era su amada cristiano, y tras estar una semana sin dormir, comer ni beber nada y llorando todo el día, murió de tristeza.

Se cuenta que los gémidos de Galiana se escuchan algunas noches en la Alcazaba , al igual que los pasos del Rey Almutasim atormentado por ver que su amada Galiana llora por otro hombre. Y las leyendas, leyendas son.