miércoles, 2 de marzo de 2011



EL TEATRO CERVANTES Y CONCHA ROBLES


En la vida cultural almeriense hay que tener en cuenta el papel que desempeñaron los teatros de la ciudad. El progresivo desarrollo de la burguesía almeriense fomentó la construcción de estos edificios orientados al ocio, como es el caso de los teatros En la Almería del siglo XIX y principios del XX existía un núcleo importante de dicha clase social muy amantes del género dramático, de la ópera y la zarzuela. Casi todos estos teatros se situaban en el Paseo del Príncipe (actual Paseo) o en sus aledaños. De todos ellos destacar sin duda la soberbia construcción del Teatro Cervantes y relatar la historia trágica que allí se desarrolló al año de inaugurarse muriendo en plena escena la actriz almeriense Concha Robles, conocida como “Conchita Robles”.

El Teatro

La idea de crear y construir el Teatro Cervantes fue patrocinada en 1862 por un notable grupo de personalidades de ámbitos muy diversos. En 1864 se adquirieron los terrenos y en 1866 se contrató la apertura de los cimientos. Los planos se firmaron en el 1898 por Enrique López Rull, retrasándose el comienzo de las obras hasta 1910, siendo inaugurado el Teatro más importante de Almería en 1921. La tipología del teatro sigue el diseño de los Teatros Italianos, con el patio de butacas en forma de herradura para facilitar la visibilidad y la acústica y consiguiendo un espacio acogedor. Los palcos, con forma de balcones palaciegos, en su momento fueron propiedad de las familias de los accionistas, pasando de padres a hijos. El acceso al teatro Cervantes se hacía originariamente por la fachada del Paseo, que se ordena en tres pisos con motivos decorativos alusivos a su función: máscaras, liras, destacando el relieve del balcón principal: Miguel de Cervantes. Los brazos de las lámparas que simulan girasoles y la barandilla le dan un gusto modernista. En 1920 parte del inmueble fue adquirido por la Sede de la Sociedad del Circulo Mercantil e Industrial de Almería, actual propietaria del Teatro. Destaca su salón noble.

Concha Robles y la tragedia del Cervantes

En 1921 se inaugura el Teatro y en enero de 1922 se inauguraba en el mejor teatro de nuestra ciudad la obra “Santa Isabel de Ceres” que versaba sobre “Mujeres de vida alegre”. La protagonista era Concha Robles una hermosa mujer que había nacido en Almería en 1887 en la calle de la Almedina, hoy todavía está su casa en el nº 12 con una placa recordándola que se colocó en homenaje a ella recientemente. En su infancia marchó con sus padres a Madrid y allí fue donde le empezó a enganchar el “gusanillo del teatro”, ingreso en la famosa compañía María Guerrero, que se marchó a hacer las Américas. Ella no se fue por imposición de sus padres. Ingresó en otra compañía y estuvo de gira por toda España y el destino le llevó hasta Granada, donde conocería al Comandante Verdugo un comandante de caballería muy estricto y celoso que le llevaba muchos años, se enamoró de él y al poco tiempo se casó, retirándola de los escenarios. Al principio bien, pero poco a poco los celos lo iban matando y haciendo la vida imposible a Concha, hasta llegar al extremo de no poder salir sola a la calle ni ir con él a tomar un café porque como era tan bella si alguien la miraba más de la cuenta montaba un espectáculo. Las escenas de celos cada día se repetían con más frecuencia hasta que ella ya estalló porque no podía vivir toda la vida así y finalmente se separaron y ella empezó una nueva vida, una vida donde entraba retomar su eterna pasión: el teatro. Fue afortunada cuando le dijeron que estrenaría la obra “Santa Isabel de Ceres” en su tierra “Almería” y en el recién estrenado Teatro Cervantes, pero que poco sabía ella sobre la tragedia que se le avecinaba.

Llegó el día del estreno el 23 de enero de 1922 y toda Almería estaba impactante por ver el estreno de la obra aunque también había detractores por el argumento teatral. Ese día parece que vieron al Comandante Verdugo que se desplazó desde Granada alrededor del Café Colón bebiendo, no podía soportar que Concha Robles representase esa obra tan impura para él, hombre conservador y estricto y los celos lo mataban. También se repartieron folletos sobre la trama de la obra y en ella se incluía disparos. Parecía interesante.

Esa noche llegó y el teatro a rebosar esperaba la salida en escena de Concha Robles, una actriz de Almería. Empezó la representación de la obra y su marido Carlos Verdugo entró después aludiendo que era un productor teatral que quería hablar con Concha Robles, el portero lo dejó entrar pero el no se fue al patio de butacas, se escondió entre bambalinas. Y cuando se iba a representar la última escena y en un descanso de la obra, Concha Robles, en su camerino se preparaba para finalizar su gran obra. Cuando salió del Camerino y se disponía a dirigirse al escenario, se encontró con su ex marido, estupefacta lo único que le quedaba era arroparse detrás del joven de 16 años Manuel Aguilar que había sido el que había repartido los folletos y se encontraba entre bambalinas. Ella no pensaba que la crueldad de Verdugo llegaría hasta el punto de disparar a Manuel que cayó al suelo. Ella corrió hacía el escenario y el marido le disparó dos veces cayendo fulminante en el suelo del escenario muriendo al instante. Como en la obra había disparos, la gente empezó a aplaudir y Manuel Aguilar como pudo ensangrentado y herido de muerte dijo: ¡no aplaudan, no aplaudan! han asesinado a Concha Robles y cayó también al suelo. Carlos Verdugo se dio un disparo en la sien pero finalmente no murió. Las personas que estaban presenciando la obra en las primeras filas, salieron despavoridas y al momento llegó la policía y se llevaron al joven Manuel al Hospital Provincial. Allí murió al día siguiente. El funeral fue multitudinario, y pusieron los dos féretros en el Teatro Cervantes para dar su último adiós a un joven que comenzaba una vida y a una gran actriz de nuestra Almería.

En esta historia real de Concha Robles hay un misterio que rodea al teatro sobre la actriz, que incluso fue investigado por el programa “Cuarto Milenio”, con la ayuda de un investigador especializado en estos temas de enigmas y leyendas: Alberto Cerezuela. Se dice que los operarios del teatro y el portero cuando el teatro está vacío, escuchan ruidos de puertas e incluso la sombra con figura de mujer. Dicen que puede ser que sea Concha Robles que continua en el teatro su gran pasión y en su tierra y no sale de él porque no ha concluido su última escena.

Y como en todas las ciudades hay misterios y leyendas, este relato ocurrió y lo del espíritu de Concha Robles, leyendas son, eso cada uno puede dar rienda suelta a su imaginación, se han grabado sombras por la noche donde se observa un rostro deformado de mujer. No soy yo quien para juzgar un enigma sobre una historia que ocurrió realmente, ni para poner en duda la labor de especialistas en este tema, pero solo terminaré diciendo que no olvidemos que estas leyendas o misterios, son leyendas urbanas y forman parte de la historia de nuestra ciudad y en este caso de nuestro Gran teatro Cervantes y nuestra actriz almeriense “Conchita Robles”.

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