viernes, 29 de abril de 2011




LA TRANSFORMACIÓN URBANA DE ALMERIA

A finales del siglo XVIII-XIX, se van urbanizar una serie de espacios abiertos que darán lugar al diseño de las actuales plazas de la Constitución, Flores, Bendicho, Catedral, Careaga o San Fernando ( actual Plaza de la Administración Vieja) entre otras. En ellas se van a concentrar los estamentos privilegiados de la ciudad antigua, destacando entre ellas la Casa de los Puche en la Plaza Bendicho y el Palacio de los Marqueses de Torre Alta en la recoleta Plaza Careaga.

Igualmente a finales del siglo XVIII, encontramos a extramuros de la ciudad, una serie de barrios: el de las Huertas ( a lo largo de los caminos de Granada, Murcia y Carrera de Santa Rita, actual Alcalde Muñoz), el de la Puerta del Sol por la zona de la Vega (calle Rueda López) y se inician la formación de barrios nuevos como las zonas de Rambla Alfareros y Regocijos, Cruces, Barrio Alto y las Almadrabillas. En esta misma época hay que subrayar el comienzo de la urbanización de la zona de la Almedina en torno a dos ejes principales: calle Real de la Almedina y Pedro Jover.


El siglo XIX va a suponer, teniendo en cuenta las características demográficas, económicas y sociales, el fin de la ciudad antigua y el nacimiento de la ciudad burguesa. A nivel urbanístico hay que subrayar la prolongación de la calle del Santo Cristo que dará lugar a la nueva calle: la actual Jovellanos, donde se encuentra la fachada principal de la iglesia convento de Las Claras. En esta transformación urbana destacar La desaparición de la muralla oriental que dará lugar a la creación de la calle de la Reina, una de las más importantes en dicho momento.

La Desamortización de los Conventos de San Francisco, Santo Domingo y el de la Santísima Trinidad en el casco antiguo darán lugar a la creación de nuevas calles: Castelar, San Francisco, Gerona, Santísima Trinidad, Álvarez de Castro y Martínez Campos ; estas calles, formarán parte de un ensanche en el interior caracterizado por la capitalización del suelo urbano por parte de la burguesía. Su situación céntrica, sus calles rectas y relativamente amplias favorecerán la concentración de buena parte de las clases sociales más acomodadas de la Almería del siglo XIX.

En 1840 se alinean calles y plazas, caso de la calle Real y la plaza de mayor interés e importancia histórica: la de la Constitución (la Plaza Vieja). Asimismo en este período aparecerán una serie de Paseos: Paseo de la Pescadería (Obispo Orberá), Paseo del Malecón (a la salida de la Puerta del Mar) o el de la Feria o Alameda (base del actual Paseo).

Uno de los hechos más significativos del siglo XIX va a ser el derribo de las murallas que rodeaban Almería en 1855, ello supondrá la eliminación de la separación entre el casco antiguo y los nuevos barrios y la apertura de la ciudad a la Vega y al Puerto, la aparición de nuevas calles y plazas como la calle Antonio Vico o Plaza del Carmen, la descongestión del casco antiguo, el aumento de la riqueza urbana y el asentamiento de bases para nuevos ensanches como va a ser la ocupación urbana de los terrenos a levante que estará consolidado por la creación de la Puerta de Purchena y la vía urbana más significativa de la Almería Contemporánea: El Paseo, a ambos lados del mismo se van a construir viviendas y edificios que caracterizan a la Almería del período comprendido entre finales del XIX y principios del XX


En la foto, podemos apreciar, la vivienda neorrenacentista de la Casa de los Rodriguez de principios de siglo (actual sede de Banesto en sus bajos), caracterizada por la estructura semicircular que posee en la popular plaza del Educador (a modo de abside de una iglesia). Dicha estructura se diseñó recordando al escenario del Teatro Principal que estuvo allí ubicado. Junto a él podemos observar el antiguo colegio de Jesús de diseño arquitectónico de la época, después sede del edificio de correos. Pero este bello edificio al parecer debió no gustar mucho que se decidió construir en el mismo lugar el actual edificio de correos, que si lo comparamos con el antiguo podemos describirlo como un edificio sin ninguna singularidad arquitectónica y "afea" el entorno de la zona.